Como lágrimas en la lluvia...


Al final comprendí que romper mis relojes no iba a servir para parar el tiempo. Entre todas aquellas manecillas y esferas de cristal rajadas se seguían escurriendo mis segundos como si nada importara. Como si toda mi rabia fuera tan solo esa insignificante lágrima que, bajo la lluvia, se perdía.

Resulta que todo lo que he vivido palidece ante lo que me queda por vivir. O eso dicen. Yo no les suelo creer. No confío en los futuros. Son demasiado inciertos, demasiado cambiantes. Todos los futuros ocultan tras sus promesas un presente.

Lo cierto es que yo nunca quise detener el tiempo realmente. Lo único que quería era esconderme bajo la mesa hasta que pasara la tormenta. No tener que asumir los cambios, no tener que pensar en ellos. Refugiarme en el pasado para no tener que ver como mi futuro se convertía en un presente inmediato.

Se van arrastrando, empapados, mis recuerdos hacia alguna alcantarilla. Estoy aquí de pie, bajo la lluvia y no tengo a nadie que me preste un paraguas. El mundo entero decidió caer sobre mí al mismo tiempo.

Pero tu ya te habías ido. Aunque jamás entenderé como te fuiste del lugar donde nunca habías estado.
Intenté explicártelo. Lo que pasa con la vida es que no es como nosotros creemos que es. A la vida le falta un narrador omnisciente. Si te cuentas la historia de tu vida a ti mismo en primera persona, siempre te pierdes matices. Y no te enteras de que esa persona que creías que estaba a tu lado, en realidad siempre estuvo en otro capítulo.

Y como lágrimas en la lluvia se va. Lo que fue y lo que podía haber sido. Dejándome un puñado de relojes rotos que no consiguieron detener el tiempo. Y un adiós que se escapa sin apenas emitir sonido de mis labios. Como si fuera consciente de que, en realidad, se trata de una despedida que no procede. Porque, en tu historia, nada ha cambiado. Solo yo he leído este final porque, en realidad, solo yo leí aquel principio.





4 comentarios:

Diego Fernando dijo...

Maravillosos tus relatos Sara. Admiro muchísimo la belleza de tus palabras.

Spican dijo...

Triste relato, pero muy intenso y maravilloso.

Me recordó a una frase de Blade Runner... lost in time like tears in the rain.

Saludos!

Pugliesino dijo...

Tus relatos logran detener el tiempo cuando son leídos

Genial

Rebeca Gonzalo dijo...

Por favor, prométeme a mí, o a ti misma (me da igual) que vas a hacer lo posible por recopilar todas las maravillas como ésta y hacer que se publiquen.

Me has dejado sin aliento una vez más. ¡Genial!